Un proyecto viable implica sostenible en el tiempo, que tiene algo vendible y gente dispuesto a comprarlo, y que además es factible, es decir, realizable por el equipo de trabajo.
Un proyecto es invertible a los ojos de un inversor privado, si este vislumbra su
salida con la rentabilidad esperada.
Se valora del Equipo de trabajo:
- La capacidad de Liderazgo del líder del equipo.
- Tener asimilados los valores del Esfuerzo y del Trabajo Productivo.
- Tener un equipo multidisciplinar experimentado.
- Generar Valor: Es decir, hay alguien dispuesto a pagar por el producto producido.
- Ser escalable: que sea capaz de hacer crecer los beneficios sin reinvertir en infraestructuras al mismo nivel que aumentan los ingresos.
- No tener necesidades de financiación de circulante.
- Ser un proyecto a largo plazo.
- Ser un proyecto innovador y diferenciador.
- Dejar claro desde un principio cómo el dinero retornará al inversor, ya sea vía dividendos o, principalmente, siendo un negocio lo suficientemente atractivo para permitir la venta de sus participaciones, a los socios actuales o a terceros.
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