Naturgy celebra su Junta centrada en la rentabilidad

Esta es la segunda Junta con Francisco Reynés como presidente de la multinacional, cargo que ocupa desde el 6 de febrero de 2018.
Durante este año, Naturgy ha potenciado su perfil eléctrico, su apuesta por las renovables y se ha volcado en la rentabilidad y en la remuneración al accionista, senda que seguirá en 2019, tal como quedó claro con la presentación del plan estratégico hasta 2022.

Recompra de acciones para remunerar a los accionistas

Uno de los puntos a tratar en la Junta será una propuesta de reducción del capital mediante la amortización de un máximo de 18,9 millones de acciones propias, en cumplimiento del programa “share buy-back”.
En la presentación del plan estratégico hasta 2022, en junio del año pasado, Reynés anunció que destinaría a remunerar al accionista un total de 8.900 millones de euros hasta 2022, de los cuales 6.900 millones se abonarán en metálico y otros 2.000 millones a través de la recompra de acciones propias, a razón de unos 400 millones al año.
Aunque Reynés matizó entonces que este plan de recompra de acciones sólo se produciría en el caso de no realizarse inversiones inorgánicas que generaran valor para el accionista.
Desde la presentación del plan hasta finales de enero, Naturgy ha recomprado acciones propias por valor de 145 millones de euros.
El objetivo es llegar a los 400 millones de euros a finales de este semestre, por lo que faltarían por comprar títulos propios por 255 millones, y la Junta deberá decidir si autoriza amortizarlos.

Un año de pérdidas

Por otra parte, la Junta ratificará como consejero a Scott Allen en representación del fondo GIP, que compró el 20 % que tenía Repsol.
El primer accionista de la multinacional española sigue siendo CriteriaCaixa, con un 25,5%, si bien los fondos tienen un importante peso en su capital, con un 40,1% del accionariado, del cual un 20% corresponde al fondo GIP y el otro 20,1 % al fondo de capital riesgo CVC, de Corporación Alba.
La Junta aprobará también las cuentas para 2018, año en que Naturgy perdió 2.822 millones de euros, frente a las ganancias de 1.360 millones de 2017, debido a la depreciación de activos de generación de electricidad por valor de 4.851 millones que llevó a cabo en el primer semestre del año.
Debido a esto, Reynés decidió que tenía que poner en un valor “adecuado” una serie de activos de generación de electricidad, como las centrales nucleares, las de carbón o las de ciclo combinado.

Aumento de los dividendos de un 30%

Esa decisión ha provocado que Naturgy cerrara 2018 con pérdidas contables, pero ha permitido a la multinacional hacer borrón y cuenta nueva y volcarse en el cumplimiento de su hoja de ruta hasta 2022.
El plan estratégico contemplaba que el dividendo se elevaría ya un 30% en 2018, hasta 1,30 euros por acción, y en los años posteriores un mínimo de un 5 % anual, hasta alcanzar 1,59 euros en 2022.
En julio pasado ya se abonaron 0,28 euros por acción, coincidiendo con los resultados del semestre, el segundo dividendo, de 0,45 euros, se pagó el 27 de noviembre y en la segunda quincena de marzo se pagará el complementario de 0,57 euros, con el que llegará a la retribución prevista para 2018.
Por otra parte, está previsto que la Junta apruebe el plan de incentivos a largo plazo para directivos, que liga su retribución al valor total generado para el accionista.

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