Lime: casi 300 millones de euros para llenar de patinetes Europa
Lime nació hace un año y medio en la universidad de Carolina del Norte. En seis meses, sus servicios llegaban a 16 ciudades y un millón de usuarios. La compañía empezó alquilando bicicletas convencionales, pero pronto pasaron a las bicicletas eléctricas y los patinetes.
Expansión por Europa
Madrid es la tercera ciudad europea por la que los patinetes de Lime circulan, tras Zurich y París, mientras que sus bicicletas han llegado a numerosas ciudades alemanas.
El director general de Lime España, Alvaro Salvat explica en una entrevista con Efe que, visto el vacío en el mercado, la compañía se ha lanzado a exportar su producto que, de momento, ha llegado a 70 ciudades y más de 6 millones de usuarios.
En España, han empezado un proceso para atraer “talento local” con el objetivo de llegar a los 100 empleados.”Queremos ser una empresa local, con talento local, no una empresa de San Francisco”, afirma Salvat.
Poca competencia
La expansión de Lime llega en un momento en el que apenas goza de competencia en el servicio de alquiler de patinetes eléctricos en Europa.
A España, ha llegado recientemente la startup europea UFO y se espera que, durante el otoño, empiece a operar Bbuho, pero los volúmenes de inversión que manejan no llegan ni de lejos a las cifras de Lime.
Mientras, su principal competidora en Estados Unidos, Bird, también ha conseguido cerrar una ronda de financiación por 263 millones, pero de momento, solo opera en París.
Aliados con Uber
Aunque Lime ha sido etiquetada por algunos como “los patinetes de Uber”, Salvat puntualiza que son una empresa 100% independiente. “No respondemos ante Uber”, remarca.
En Estados Unidos, ambas compañías han llegado a un acuerdo para que los patinetes de Lime puedan ser alquilados desde la aplicación del servicio de coches. Sin embargo, Salvat, que reconoce que Uber es un “aliado“, no confirma que esto vaya a ocurrir también en España: “Cada mercado es diferente”.
Los reglamentos de movilidad de los ayuntamientos, el primer obstáculo
Uno de los principales escollos que la compañía de patinetes va a tener que afrontar para triunfar en el mercado español son los nuevos reglamentos de movilidad que están previstos que se aprueben en ciudades como Madrid, Barcelona y Valencia.
En la capital, el nuevo reglamento prohibirá a este tipo de vehículos circular por las aceras y gran parte de las calzadas, restringiendo bastante su operatividad.
Salvat no se pronuncia sobre el reglamento, aunque se muestra partidario de que “haya unas normas claras” y de la colaboración con el Consistorio, al que ofrecen sus datos de transporte de manera gratuita.
Flexibilidad y adaptabilidad ante los distintos contextos
Uno de los puntos que Salvat destaca es la flexibilidad de Lime a la hora de poder ofrecer distintos modelos de negocio, como programas en campus universitarios o servicios en zonas con menor densidad de población donde el transporte público es ineficiente.
“Nos encantaría ayudar al Ayuntamiento” afirma Salvat, quien dice que buscan “prestar un servicio que se ajuste a las demandas y las necesidades de cada ciudad”.
“Juicers”, ¿los nuevos “riders”?
Para mantener y cargar su flota, Lime contrata a los llamados “juicers”, personas en régimen de autónomo que cobran en función de los patinetes que recojan y carguen en sus casas, similares a los repartidores (“riders”) de Deliveroo y Glovo.
Según en el lugar en el que esté el patinete, el “juicer” cobrará un precio dinámico por recogerlo, cargarlo ( la recarga de un patinete totalmente descargado costaría unos 14 céntimos) y llevarlo al lugar indicado.
En una oferta publicada, afirman que estos repartidores podrían ganar 100-200 € diarios, sin embargo, esto es una incógnita, ya que la empresa reconoce no haber fijado aún una horquilla de precios para sus “juicers”.
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